miércoles, 4 de noviembre de 2015

Paraty, para mí, para todos!



Centro histórico de Paraty
Ubicada a unas 6 horas hacia el oeste de Rio de Janeiro, casi en el límite con el estado de São Paulo, se ubica Paraty: esta encantadora ciudad que atrapa con su belleza diferente. Con una geografía particular, la mezcla de sierra y mar, hacen de Paraty un lugar imprevisible en cuanto al clima, muy lluvioso a veces, y despejado al otro día.
Al caminar por el centro histórico, pareciera que nos remontamos a la colonia, cuando por sus calles empedradas e irregulares vemos las diferentes casas, todas de color blanco; salvo los marcos de puertas y ventanas bien coloridos; faroles antiguos, y carretas tiradas por caballos salpicando alguna poza en su camino.
Esta ciudad que durante el año alberga numerosos festivales culturales, literarios, teatrales, etc. algo debe tener que inspira con sus callecitas y tardes nostálgicas, por lo que es lugar de residencia para muchos artistas e intelectuales que escogieron esta ciudad para vivir y así darle rienda suelta a sus obras.
En el centro histórico está prohibida la circulación de vehículos motorizados, por lo que es un panorama ideal para pasear tranquilo y no perder detalle de esta colonial urbe. Como recomendación: calzado cómodo; zapatillas o sandalias. Olviden zapatos altos, de plataforma, etc. ya que el suelo es bien irregular e incluso con zapatillas es común darse tropezones si no se anda con cuidado.
Podemos encontrar en estas calles varios restaurantes, hostels, posadas, y cachaçarias por montón, algunas de las cuales ofrecen degustaciones de los distintos tipos de cachaças (o pinga) producidas en Paraty.
Cuentan los locales, que cuando la marea sube, algunas de estas calles se inundan transformandolas en una mini Venecia, ya que las embarcaciones menores entran por estas calles hasta la ciudad.

Rio Perequê-Açu
Cruzada por el rio Perequê-Açu, donde es un agrado sentarse y observar las embarcaciones de todos los colores y tamaños diferentes. Y por qué no atreverse a tomar un barco para realizar un paseo por las distintas islas y playas desiertas, de las cuales muchas sólo se puede llegar navegando.
Estos barcos de paseos cobran desde los R$100 aprox, un paseo por varias playas, y generalmente con almuerzo incluido, pero también existe la alternativa de negociar un paseo con algún navegante local (opción que escogimos), algo más privado, cómodo y barato a la vez.

Casas en islas son comunes en Paraty


Punto aparte y un plus para esta aventura es conocer Trindade, pueblo hippie por excelencia, a media hora en transporte público desde Paraty; playas paradisíacas, isoladas, palmeras, aguas cristalinas, y una onda maravillosa; todo lo que se puede pedir para una playa.




Trindade

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martes, 3 de noviembre de 2015

Trilha morro Dois Irmãos

Oopa! todo bien gente? Espero que sí.
En esta oportunidad quiero escribir sobre una de las más famosas y concurridas trilhas en Rio de Janeiro, ya que ofrece una de las postales más famosas de la Ciudad Maravillosa. Está ubicada en la cima del Morro Dois Irmãos, pasando por la Favela Vidigal; la cual está situada al sur de la playa Leblon.

Puesta de sol en Ipanema con el Morro Dois Irmaos al fondo.
 Para comenzar, debemos tomar algún bus que pase por la Avenida Niemeyer y bajar en la entrada de Vidigal, favela pacificada el año 2012, y por así decirlo, una favela “turística” en Rio. Con una vista de la ciudad privilegiada, aquí se encuentran bares, restaurantes, hoteles y hostels, centros culturales y comercio de todo tipo, es tranquilo, pero cabe recordar que debemos tener cuidado en todas partes.

En la entrada de Vidigal, se debe tomar algún transporte (Kombi R$2,50 o mototaxi R$10,0 negociable) o bien subir a pie y aprovechar de tener la experiencia y conocer esta favela, llegar hasta la Vila Olímpica de Vidigal: un centro deportivo para la comunidad con una cancha de fútbol por la cual debemos pasar para comenzar el recorrido hasta la cima.
Antes de comenzar la trilha, es la última oportunidad para abastecerse de agua o algún bocadillo, en un negocio ubicado en las afueras de la Vila Olimpica.

De ahí en más, son 40 minutos aproximadamente de subida moderada. El recorrido al comienzo ofrece harta vegetación, lo cual es bueno para la caminata entre las sombras de los árboles, pero a medida se avanza, se torna más seco y rocoso, es común ver en el camino lagartijas de todos los colores y de diferentes tamaños.

Antes de llegar a la cima, tenemos otro punto de interés donde se puede observar desde arriba la famosa “Rocinha” considerada la favela más grande de Latinoamérica, y hacia el sur podemos observar la playa de São Conrado y Pédra da Gávea.

Vista de La Rocinha

Playa Sao Conrado y Pedra da Gávea al fondo

Lagoa Rodrigo de Freitas a la izquierda, Ipanema y Leblón a la derecha
Finalmente y después de unos 40 minutos de subida, se llega a la cima. Con un visual impresionante, donde por un lado se logra observar el Cristo Redentor, las playas de Ipanema, Leblon, Lagoa Rodrigo de Freitas, etc.

Tiempo de subida: 40 minutos aprox.
Distancia recorrida: 1,5 kms.
Buses hasta Vidigal: 177, 360, 382, 557

Las mismas recomendaciones para todas estas actividades: no olvidar protector, ropas ligeras, frutas, agua, y muchas ganas de disfrutar la naturaleza y el deporte.

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domingo, 23 de agosto de 2015

Trilha de Pedra do Telégrafo

Hola gente! Hace tiempo que no actualizaba la página pero ya está bueno. Les quiero contar sobre esta trilha muy buena en Barra de Guaratiba, Estado de Rio de Janeiro.
Primero que todo, está trilha queda bien alejada de la zona Sur de Río, así que si van deben estar dispuestos a tardar un poco más de dos horas en llegar hasta allá, lo que sirve para conversar con la gente que los acompaña, leer un libro, escuchar música o lo que sea para el camino.
Primero se debe tomar el tren en Central do Brasil, que también tiene metro así que pueden llegar hasta ahí de esta vía. Desde ahí, embarcarse en el tren en dirección a Santa Cruz, y descender en la estación Campo Grande, lo cual demora más o menos una hora. Para quien no conoce el tren de Río es una buena experiencia como viajero ya que es bastante cómodo si es que van temprano, y en su interior tiene bastantes vendedores ambulantes con golosinas y todo tipo de productos, muy pintoresco.
Luego de descender en Campo Grande, salir de la estación por el lado izquierdo de acuerdo del sentido de marcha del tren: Praça Doutor Raul Boaventura. Ahí a menos de 10 metros está la parada del bus que los llevará a Barra de Guaratiba. Deben tomar el número 867 con dirección a Barra de Guaratiba, valga la redundancia. De ahí en adelante es más de una hora en la que pueden mirar el paisaje y observar cómo va cambiando el entorno volviéndose cada vez más rústico y natural: bello paseo. Posteriormente llegar hasta el punto final del trayecto, no hay por donde perderse, solo llegar hasta el final. Ahí estarán finalmente en Barra de Guaratiba, una playa tranquila, pero con harta gente y comercio: puestos de comida, restaurantes, etc. Ahí hay más de una forma de comenzar la trilha, en mi caso preguntamos en un negocio y nos indicaron una escalera desde la calle, y entonces solo ponerle ganas que debe ser como una hora de caminar en ascenso, con algunas pendientes bien inclinadas, pero nada fuera del otro mundo. 

Subiendo y subiendo, se dejan atrás las casas y callejuelas para dar paso a la naturaleza, senderos de tierra y mucha vegetación. Desde ese punto hay señaléticas cada ciertos tramos que indican el camino correcto a seguir.
Ya que la piedra se ha vuelto bastante famosa gracias a las increíbles fotos que se pueden tirar desde ahí, en el camino nos encontramos con varias personas que tal como nosotros querían llegar y obtener su merecido premio de una maravillosa postal con uno mismo como protagonista, el faso respectivo de llegada y la increíble vista que se aprecia desde la cima.

Como esta trilha se ha vuelto famosa por las creativas fotos que rondan en la web, a nuestra llegada tuvimos que esperar ya que habia bastante gente esperando por su turno para ser el protagonista de su foto. Tiempo que sirve para descansar, beber agua, comer un par de frutas y enrolar algo, además de observar el increíble lugar en el que se está.

Desde ahí se tiene la maravillosa vista de Barra de Guaratiba hacia la izquierda y Grumarí hacia la derecha.

Vista de Playas Salvajes y Grumari
Con respecto a la Piedra no quiero contarles mucho, así la conocen cuando la visiten y no revelamos el secreto de las arriesgadas fotos.

Que llevar: Como toda actividad de trekking son necesarias las ropas ligeras, protector solar, agua según tu necesidad, frutas y por supuesto la cámara para la preciada foto (además de faso).

Gasto: R$ 3,30 de Tren y R$ 3,40 para el ônibus. (Menos de R$ 15 ida y vuelta).
Panorámica de Barra de Guaratiba y Grumari

domingo, 14 de junio de 2015

Cómo disfrutar Rio de Janeiro ahorrando unos pesos

Nunca está de más ahorrar unos pesos en cosas que, sencillamente buscando opciones por aquí y por allá, encontrarías más baratas. Sobretodo cuando viajas ese dinero extra que ahorras puede servir para llevarte un recuerdo, un regalo o solo por hacer rendir más el bolsillo. Les dejo estos datos, sujetos a modificaciones, para ahorrar y no morir en el intento en Rio.




Venir siempre con alguna tarjeta estudiantil

Rio de Janeiro es una ciudad donde se promueve mucho la cultura y por esto mismo algunos ciudadanos tienen derecho a pagar entrada a mitad de precio en distintos establecimientos turísticos, deportivos, culturales, etc. Lo cual ayuda mucho teniendo en cuenta todos los panoramas por hacer en esta Cidade Maravilhosa. Se puede acceder al beneficio siendo menor de 21 años mostrando la identificación correspondiente al momento de pagar la entrada o con alguna tarjeta estudiantil que lo acredite, independiente de la edad.
Algunos de los puntos con el beneficio son:
Estadio Maracaná (Partidos)
Pan de Azúcar
Museos
Cine, etc.





Comprar regalos y souvenirs en Saára

Saára es un barrio comercial ubicado en el centro de Rio. Puedes encontrar absolutamente casi todo, desde artesanías, recuerdos, adornos, ropa, hasta artículos de hogar y la verdad lo que se te ocurra. Es posible encontrar los mismos recuerdos que venden en Ipanema y las distintas ferias: pareos, poleras, adornos de Rio, etc. A un precio mucho más bajo que en estos lugares, es solo cosa de buscar y estar dispuesto a caminar harto para encontrar ofertas tales como 3 poleras por 10 reales, en lugar de los 20 reales que pagarías por la misma polera en la costanera de la playa.

Rumbearla en Lapa

La vida nocturna de Rio es intensa. La mayor parte de esta se vive en Lapa, el barrio bohemio de esta ciudad. Tiene distintos bares de todo tipo de música y precios acordes para cada bolsillo. Recomiendo pasear por las calles del barrio y probar las deliciosas caipirinhas y/o caipifrutas de medio litro que venden en la calle por 5 reales.
Hay mucho comercio en la calle el fin de semana por lo que puedes encontrar tragos, comida y jugos naturales todo preparado en el momento y con una buena onda increíble.




Comida al paso

Cuando se conoce un lugar creo que una excelente forma de hacerlo es probar los sabores locales y sobre todo la gastronomía cotidiana de los lugareños. Rio tiene mucha variedad de comida en la calle y para todos los gustos, salados, dulces, fritos, horneados, asados, etc.
Recomiendo como dato barato los salgados, unas especies de masas (fritas u horneadas) con distintos tipos de rellenos y con distintas formas y sabores. En casi todos los botecos, tienen promociones con refresco por unos pocos reales, desde 3 rs los más baratos hasta 7 u 8 dependiendo del sector.
Bonus: Acompañar el salgado por unos 3 reales más con un caldo de cana, que es básicamente eso, jugo de caña de azúcar exprimido en el momento. Un manjar.














Ejercicio en todas partes

Todo quien ha escuchado hablar de Rio sabe cuan deportiva es esta ciudad, casi un gimnasio al aire libre. Ciclovías y jaulas de entrenamiento repartidas por toda la costanera desde la zona sur hasta el centro, con diversos ejercicios y elongamientos para realizar con el propio peso corporal.
Botafogo tiene un gimnasio al aire libre, equipado con pesas y barras de cemento y fierro, bancas de madera, todo en buen estado para realizar diversos ejercicios. Flamengo, Copacabana, Ipanema, Leblon con costaneras amplias y largas para trotar, pedalear o simplemente caminar y disfrutar del paisaje. Además todos los domingos y feriados la calle aledaña al Aterro do Flamengo se cierra para vehículos motorizados y se abre para el deporte dominical. Apróximadamente 5 kms de extensión por 4 pistas de autos.



Artículo sujeto a cambios a medida que vaya descubriendo más tips. Cualquier sugerencia será bien recibida por su humilde servidor :)

martes, 2 de junio de 2015

Ser feliz

Corría el año 2011, un año agitado en materia política, manifestaciones estudiantiles cada semana y los ánimos de la población se caldeaban cada vez más. Estudiaba mi tercer año de psicología en una universidad capitalina. Ese año, si mal no recuerdo, presentamos con algunxs compañerxs nuestra candidatura de lista para el centro de estudiantes de mi carrera, y yo iba como coordinador general, la cual perdimos. Tenía novia, amigos, y aunque nunca destaqué en los estudios, tampoco me podía quejar: iba medianamente a la par con los más avanzados de mi generación. Era bien activo en cuanto a vida universitaria: participaba de las asambleas, foros, debates, y sinceramente eso era lo que me mantenía ahí. No la carrera, ni las ganas de tener mi “título”. “Título”, que palabra mas mierda, un cartón que te categoriza y te “titula” según a lo que supuestamente te dedicarás. Mi título soy yo, mi persona, mi alma, mi cuerpo, más no a lo que me dedico.
Como les contaba era mi tercer año de estudios y, como a muchos jóvenes de mi edad, me llegó una crisis vocacional que afortunadamente no pude “superar”; lo pongo entre comillas porque la superación de la crisis en este caso, era hacer caso omiso a lo que mi corazón me decía y seguir tragándome el adoctrinamiento académico sin cuestionarme mi felicidad.
Quiero hacer hincapié en este punto, y resaltar que si algo en la vida no te hace feliz, déjalo, no es para tí. Busca otra cosa, no te conformes. Aplicable a todo ámbito de la vida: pareja, estudios, rutina y sobre todo el trabajo, éste ocupará gran parte de tu vida y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer algo que consideres verdaderamente genial, y para esto es necesario amar lo que haces. Y fue exactamente lo que me cuestioné en ese entonces. Empecé a preguntarme el por qué estaba estudiando, ¿Quería dedicarme a eso toda mi vida? ¿Me sentía apasionado al entrar a clases? ¿Lo estaba disfrutando? No sé en que momento de la carrera, pasó que las ganas de aprender y la pasión que gozaba en un principio, se transformaron en un pesar por las obligaciones y las responsabilidades impuestas por un profesor, con mi licencia claro está, al aceptar por ser partícipe de ese sistema educativo. Pero pasó.
Algo removieron en mi cabeza, todas las marchas de ese año, tanta gente descontenta, tantas voces unidas contra la educación de mercado, tanta disconformidad, me hicieron cuestionarme para que quería el tan ansiado título. Yo no quería ser un tornillo más de ese sistema. Entrar a la universidad porque se supone que debo hacerlo, trabajar porque se supone que deba hacerlo, tener hijos, una casa grande y un perro porque se supone que así tiene que ser. Me niego tajantemente a seguir alimentando ese estilo de vida que estaba diseñado para todos desde antes de nacer. Si de algo me sirvió la universidad fue para formar mi pensamiento crítico y cuestionar lo establecido, lo cual empezó a hacer eco en mí.
Entiendo que el concepto de Universidad en su origen no hace referencia a una maquinaria para generar más engranajes y tornillos de este sistema, sino una agremiación en la cual eran reunidos eruditos y sabios de la época, para generar proyectos e ideas que fueran en beneficio de la comunidad. Asimismo creo que los jóvenes universitarios deberían ser los constructores intelectuales de la sociedad, y de esta forma con su accionar y pensamiento crítico deberían ser el motor de conciencia para lograr verdaderas reformas sociales. Más, no veo que en las instituciones universitarias hoy en día pase eso, y eso fue suficiente para dejarlo.
No quería ese destino para mí, trabajar ocho horas diarias de lunes a viernes, celebrar casi desesperado la llegada del fin de semana, y odiar los lunes porque nos recuerdan lo miserable que somos. No tiene sentido, más que reproducir los mismos errores que se han cometido de generación en generación.
Pero tampoco sabía que era lo que quería, a qué me quería dedicar. Seguí trabajando como lo hacía en mi época universitaria, y fue pasando el tiempo. Sin darme cuenta, de repente habían pasado un par de años, mis antiguos compañeros de facultad se graduaban y yo todavía ahí, en nada con mi vida, estancado en mi zona de confort. Aún así sabía que no quería esa vida para mí.
Pasaba el tiempo y un amigo me extendió la invitación para un viaje de placer a Brasil, Rio de Janeiro. Aún no conocía por esos lados así que acepté. Junte el dinero y nos fuimos. Fueron diez días cargados de emociones, sensaciones y experiencias nuevas, Río es intenso y me hizo recordar lo mucho que siempre me ha gustado viajar. Lo mucho que se aprende cuando uno abandona el confortable hogar. El compartir con gente de costumbres diferentes a la mía, saborear nuevas comidas, mirar nuevos paisajes, respirar otro aire me llena por completo. Así que decidí hacerlo parte de mí, encontré lo que quería para mi vida, ser un aventurero. No sabía cómo pero lo haría.
Al retorno a Santiago empecé a planear (más bien improvisar) un viaje que empezaría donde mismo: Río, y terminaría no sé cuándo, ni dónde, ni cómo, solo con un objetivo claro que sería conocer todo lo posible y viajar solo por el júbilo del viaje mismo. Porque siempre he estado convencido de algo, la felicidad no es una meta, es un camino.
Tuve miedo del desconcierto, no lo niego, pero más me daba miedo volver a reacondicionarme a la rutina, volver a la comodidad y estancarme ahí. Entonces fue que me deshice de los bienes materiales que poseía: vendí mis muebles, regalé ropa, cachureos, entregué el departamento que arrendaba y armé mi mochila, mi nueva casa.

Praia Tartaruga, Búzios, RJ.
Y aquí estoy, siguiendo mi corazón e intuición, haciendo lo que me gusta, viviendo cada día cargado de sorpresas y aprendiendo de la vida como nunca antes lo había hecho. Esto está recien empezando.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Vengo de Chile

Una de las cosas que más me gusta cuando viajo es compartir con la gente local. Inmiscuirme en sus realidades y compartir siempre que se puede como uno más. Comparar realidades, y compartir vivencias a veces tan distintas entre un kilómetro más allá o un kilómetro más acá, que cuesta creer que compartamos el mismo mundo. Eso es una de las grandes motivaciones para mí para seguir viajando. La ambición de conocer y querer vivir todas esas realidades que existen actualmente, también que existieron o existirán si es que en algún momento podemos acceder a esa información, más allá de la lectura, claro está.

De esta forma, afirmo con certeza que podemos tener muchas diferencias entre un pueblo y otro, pero siempre serán muchas más las similitudes con nuestros coterráneos. ¿Qué nos diferencia de nuestros países hermanos? La distancia, la cultura, idiomas-dialectos, pero nada más. Ni el color, ni las fronteras marcadas a fuego y sangre por la legalidad, representada en militares y policías ¿Qué nos une? Ser habitante de la tierra, ser vecinos, las relaciones internacionalistas que se dan cuando tenemos en las tierras que pisamos hermanos de otras tierras. El no mandar a nadie, ni tener bajo dominio a otros seres, habitantes de la tierra.

Es difícil hablar de tu país de nacimiento cuando no es tan bonito como se pinta afuera. Chile se vanagloria de tener un índice de crecimiento en alza y de una economía que destaca sobre el resto de los países latinoamericanos, pero de todo eso que provecho sacamos nosotros? mientras los mismos de siempre se llenan los bolsillos, nosotros tenemos que pagar hasta para tener un lugar donde caer muertos, es increíble que desde el nacimiento e inclusive desde antes: algo tan lindo como la gestación de una persona se transforma en un trámite burocrático y estresante por tener que lidiar con Isapres, Fonasa, seguro, licencias, etc. Estamos amarrados al sistema monetario desde antes de nacer y hasta después de la muerte. Pero tranquilo, somos los jaguares de Latinoamérica y vamos creciendo.

Hace varios días que me vengo enterando de la represión ejercida por Carabineros en algunas marchas que han acontecido en el país. El saldo: un estudiante moribundo que da la lucha por seguir con su vida. Horrible, estar a un paso de perder la vida por defender lo que corresponde por derecho.

Citando a Staylok, un rapero chileno: “vengo del Chile común y corriente, ese que no sale en comerciales de T.V.” Vengo del Chile donde se apalean estudiantes, donde el manifestarse no se garantiza como derecho, donde algunos defienden o trivializan la actitud de esos monstruos con uniforme siendo que siempre han sido perros del empresariado y los poderosos. Estos no son hechos aislados, esto pasa desde que existen las fuerzas policiales, en Chile y en todas partes del mundo. Los poderosos usando, sí, usando a miembros de las clases bajas para apalear a su mismo pueblo, para defender sus intereses, dándoles autoridad y unos cuantos beneficios por sobre el resto de la población y así tienen a los más fieles defensores de su modelo.

De ese país vengo. Vengo del Chile segregado, del Chile que la sufre, del Chile que vive endeudado, del Chile común y corriente, del Chile donde los estudiantes salen a marchar, y no saben si vuelven a su hogar, pero tranquilo, somos los jaguares del tercer mundo.